miércoles, 2 de mayo de 2012

Atonaltzin desafía a la Lid a Moctezuma Ilhuicamina


XXIV
ATONALTZIN DESAFIA A LA LID A MOCTEZUMA ILHUICAMINA

La mixteca, después de algunos años  de paz, entro en un periodo de agitación en el otoño de 1455. Un sentimiento unánime de patriotismo había respondido al llamamiento de su soberano; por todos los pueblos se alistaban los cuerpos del ejército destinados a repelar la invasión Tenochca y en todos ellos se acopiaban víveres, se fabricaban armas y se reconstruían las fortalezas.

El motivo de la rotura de relaciones entre la Mixteca y México era la política absorcionista de los Reyes Tenochca.

Había en Coixtlahuaca un gran mercado, al que concurrían muchos comerciantes de lejanas tierras, unos a comprar y otros a vender, pues en él se encontraban alhajas de oro, plata y cobre, oro en polvo, plumas finísimas y baladíes, cueros de tigre, ropa primorosa, cerámica de gusto, cacao, hule, tabaco, maíz, frijol, frutas y muchos artefactos, procedentes de la mixteca, zapoteca, mazateca, Chinanteca, Cuicateca y otras partes.

Los mexica, aprovechándose de las franquicias del comercio, concurrían al tianquiztli no solo con objeto de comprar y vender sus producciones, sino con el fin siniestro de informarse de los elementos de guerra y de riqueza con que contaban los pueblos mixtecas, para que llegado el caso los reyes de Tenochtitlan hicieran la conquiste de ellos con conocimiento del terreno y recursos de defensa.

Fastidiado el valiente Atonaltzin Rey de Coixtlahuaca del espionaje y de los abusos que cometían los mercaderes tenochca, quienes se creían superiores a todos, les prohibió, de acuerdo con los Reyes de Tilantongo y Tututepéc, no solo la entrada al mercado, sino también el paso por su Estado, ordenando a las autoridades, que si después de requeridos, volvían a  presentarse, se procediera contra ellos y se les sentenciara a muerte por desacato a sus mandato.

Moctezuma Ilhuicamina, a quien se quejaron los mercaderes, envió a Atonaltzin una Embajada a requerirlo de guerra si no levantaba la prohibición.

La embajada llego a Coixtlahuaca sin novedad, y fue recibida en audiencia con todo el ceremonial indígena por el Rey Atonaltzin,  que se presento en ella lujosamente vestido para manifestar su esplendor.
Parado frente al Rey, el Embajador Mexicaltecahtli le dijo en voz sonora:
“poderos o Señor: - Mi Rey y Señor Moctezuma Ilhuicamina, tiene noticia de que habéis dictado una providencia inconveniente en contra de los mercaderes mexica, que se califica, de barbará, puesto que ella les prohíbe entrar  y comerciar en vuestro estado.”

Quiere mi Rey que levantéis esa prohibición que lastima a nuestro comercio y sacrifica a los mercaderes. Si como espero, lo hacéis así, contad con su amistad, que os la ofrece franca y leal, y si no, sabed que esta pronto a haceros la guerra, lo mismo que  a vuestros aliados los Reyes de Tilantongo y Tututepec para hacerse respetar. Entretanto, señor, recibid este presente que os envía por mi conducto como una muestra de afecto y cariño.” – El Rey protesto así:
“Señor embajador: la providencia que pretende el poderoso Rey Moctezuma Ilhuicamina derogue en obsequio de su amistad y en bien de los mercaderes tenochca, la dicte con conocimiento de causa y no de una manera bárbara como se cree. Estos mercaderes son espías de vuestro Rey que vienen a tomar nota de nuestro gobierno y de los elementos con que cuenta, para caer después sobre nosotros como ave de rapiña y sujetarnos  a vasallaje. Además esos mismos mercaderes tratan con altanería a mis súbditos, pues los ultrajan de obra y los ven como si fueran sus esclavos. Disimular esos abusos es tanto como contribuir a la degradación de sus ánimos y prepararlos a recibir vasallaje extraño. – Por otra parte, la política hipócrita de Moctezuma Ilhuicamina  respecto a  los estados independientes, nos hace reparar en su suerte, y deciros como os digo, que no es franca  y si obsorcionista, aunque la encubra con rasgos de amistad, tarde o tempano vuestro Rey nos ha de hacer la guerra, pues desde hace diez años se medita en la Corte de México un golpe de mano a la Mixteca, Zapoteca, Mazateca, Chinanteca y otros pequeños estados.

Lo que ha de ser tarde, que sea temprano. Decid a Moctezuma que no estoy dispuesto a levantar la prohibición a los mercaderes Tenochca y que acepto la guerra con que me amenaza. Igualmente decidle, que recibo el presente que me envío con vos, como un recuerdo, por el cual os suplico le deis mis agradecimientos.

A mi vez, Sr. Embajador, pongo delante de vos, este presente de riquezas mixtecas, para que tengáis la bondad de llevarlo a vuestro soberano, al que diréis, que por ellas vera lo que me atributan mis súbditos, para que si lo venzo, sepan lo que deben darme de tributo los mexica.”

El embajador se retiro de Palacio, y recibido por Moctezuma Ilhuicamina. Comunico a este, concepto por concepto, la respuesta de Atonaltzin. Al día siguiente partió para México, a cuya ciudad llego después de ocho días.

Presente Mexicalthecuhtli en el Palacio, y recibido por Moctezuma  Ilhuicamina, comunico a este, concepto por concepto, la respuesta de Atonaltzin. No pudo contener su asombro Moctezuma, y exclamo: “Se conoce que es valiente Atonaltzin, y que no teme ni a mi ira ni a mi poder. Iré a buscarlo.”

Retirado el embajador, reunió Moctezuma el Consejo del Estado, y dando cuenta a los Reyes de Texcoco y Tlacopan del resultado de la comisión, dijo a sus aliados: “por el presente que me envió el Rey Atonaltzin, comprenderéis que es rico y poderoso  y que necesitamos una fuerza superior a los elementos con que cuentan para vencerlo.” Después de una larga discusión, en que la altivez del Monarca chochonteca era el punto capital, el Consejo resolvió declarar la guerra a Coixtlahuaca. Publicada la declaración y aperados los guerreros, salió Moctezuma de México con el ejercito de 200, 000 hombres rumbo a Coixtlahuaca, segura de vencerla en  la primera batalla.




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